Un caso muy común son los dispositivos de almacenamiento genérico conectados por el puerto USB de la máquina, que sí son retirados sin emplear el diálogo que ofrece el sistema (“Retirar de forma segura”) pueden dañarse y perder su formato, apareciendo vacío de contenido para el explorador de archivos. En estos casos, aunque el formato se haya perdido, los archivos siguen existiendo, por lo cual, con la aplicación adecuada, será posible recuperar una gran parte de ellos. Si el usuario inexperto cae en la “tentación” de dar formato disco, con la ilusión de poder recuperar los archivos borrados, solamente estaría haciendo aún más inaccesibles los archivos borrados.
Otro problema que afecta a la memoria el estado sólido, y en rigor de verdad a cualquier otro tipo de soporte de información, son las infecciones por virus. En estos casos, la recuperación de datos será bastante más complicada, siendo necesario eliminar el script nocivo antes de proceder a recuperar los datos borrados.
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